lunes, 5 de diciembre de 2016

EN LA HISTORIA DE LOS MIGRANTES HAY MUCHA SOLEDAD


JOSÉ ESTEBAN
Iguala, Guerrero.  62 años

José Esteban es como esas personas que vemos en el campo de México que te inspiran confianza, hablan poco, discreto y difícilmente se atreve a verte de frente.  Es huérfano desde los cuatro años, desde entonces se mueve de un lado a otro es un constante nómada.  Cuando le pregunté si tenía familia, me respondió: “Allí está el problema, como siempre me estaba moviendo, tuve diferentes mujeres y tuve como seis hijos”.  Tal vez por su orfandad a temprana edad no le dé importancia a la paternidad.  Lo deportaron por haber cometido un error.   Esos errores normalmente son de orden civil, pasarse un alto, manejar ebrios, en realidad no son faltas graves. Ha cruzado la línea cuatro veces, la 1ª por Sonoita, la 2ª por Algodones, la 3ª también por Algodones y la 4ª por Mexicali.  En total estuvo 48 años en EE. UU. principalmente en Fresno, Arizona.  Nunca intento obtener la “Green card”.  Ahora no esta seguro de lo que quiere hacer, no sabe si quiere volver a intentar cruzar al otro lado.

martes, 29 de noviembre de 2016

MURO




































Reparar el Muro, Poesía de Robert Frost 

Traducción: Rhina P. Espaillat


Algo hay que no es amigo de los muros,
que hincha la tierra helada y los socava,
que arroja al sol las piedras desde el borde
y abre brechas por donde caben dos.
Los cazadores ya son otra cosa:
he seguido sus pasos, reparando,
donde no han dejado piedra sobre piedra
persiguiendo el conejo en su guarida
por alegrar la jauría. Las otras brechas
nadie las ve formar, ni hay rumor de ellas,
pero ahí están cuando hay que repararlas.
Se lo anuncio al vecino tras la cuesta;
un día, en la línea divisora,
nos encontramos a rehacer el muro.
Lo formamos entre ambos, paso a paso.
A cada cual las piedras que le tocan,
las ovaladas, las bolas tan redondas
que cuesta hechizos fijarlas en su puesto:
"No se muevan hasta vernos las espaldas!"
Se destrozan los dedos con asirlas.
Cierto, es juego campestre, como tantos,
uno contra uno. A más no viene:
donde vivimos no hace falta muro:
lo suyo es pino, lo mío manzanares.
Mis manzanos, le digo, no amenazan
comerse las piñas de sus pinos.
Solo responde, "Buen muro, buen vecino."
La primavera me azuza, y me pregunto
si quizás le penetro el pensamiento:
"Por qué hace buen vecino? No se trata
de donde hay vacas? Pero aquí no hay vacas.
Antes de levantarlo, yo quisiera
saber a quién incluyo, a quién excluyo,
a quién, quizás, ofendo con el muro.
Algo hay que no es amigo de los muros,
que quiere derrumbarlos." Pienso "duendes,"
pero no hay tales duendes, y quisiera
que él le pusiera nombre. Allá lo veo,
con una piedra empuñada en cada mano,
como un salvaje troglodita armado.
La sombra en que se mueve me parece
más que sombra de selvas o de ramas.
No indaga el estribillo de su padre,
y tanto le place haberlo recordado
que repite, "Buen muro, buen vecino."

MÁS VALE ACOMPAÑADO


ANGEL
Arrastres, Municipio de Ayutla, Jalisco.  20 años 

OSCAR
Puerto Vallarta, Jalisco.  31 años

Cada individuo tiene sus propósitos para querer llegar a EE. UU., algunos no encuentran la salida económica en México para poder mantener a sus familias y tienen la esperanza de que en “el otro lado” si la habrá.  Otros lo único que les interesa es la aventura, a ver qué pasa y su mirada lo dice todo. Ángel conoció a Oscar en la calle, lo sintió muy experimentado porque él ya había cruzado una vez y sabía cómo hacerlo, Oscar había cruzado la línea por primera vez en Nogales Sonora en 2004 y logró estar en EE. UU. seis años, luego lo deportaron. Para Ángel sería la primera vez que intentaría cruzar. Encontraron otro cuate que también andaba sólo, se juntaron y decidieron cruzar por Agua Prieta, caminaron tres horas, después brincaron un cerco y allí los detuvieron, estuvieron dos días detenidos, lo cambiaban de lugar y los deportaron en Mexicali, B.C., la ventura les duro muy poco, a pesar de eso no tienen la menor duda de que lo van a volver a intentar.




 




jueves, 17 de noviembre de 2016

TODA UNA VIDA LUCHANDO CONTRA LA ADVERSIDAD

JUAN JAIMES DOMINGUEZ
San Miguel Teztatitlán, Estado de México. 45 años

Estábamos platicando con la encargada de una Casa de migrantes cuando se acercó este hombre, con timidez pregunto si se podía bañar.  Tiene un rostro marcado por el sufrimiento.  Habla muy poco español, ya no digamos inglés, es muy educado y dulce, lo que contrasta con su aspecto.
Lo detuvieron en Oceanside, CA y lo acababan de deportar, lo único que lamentó es haber dejado su carro y le dio mucha pena perderlo, es lo único que tenía en el mundo.  No tiene familia, está solo. A lo largo de varios años ha cruzado cuatro veces la frontera a pie.  La primera vez cruzó en 1987, siempre cruzó por Tecate, B.C., él sabe por dónde cruzar. Sin embargo ya no quiere volver a intentarlo.
No deja de sorprenderme la valentía de esta gente, que apenas y se puede expresar en su idioma y eso no es ningún impedimento para lograr lo que se proponen en un país con otro idioma y ajeno a sus costumbres.



martes, 15 de noviembre de 2016

HAY PERSONAS QUE SÍ HAN LOGRADO SU SUEÑO.

MIGUEL
Tijuana, B.C. 51 años

Miguel es como la mayoría de los mexicanos en EE. UU., una persona simpática, franca, y muy amable. Llegó a EE.UU. a los tres años con su madre para alcanzar a su padre que ya vivía en California, llegó a Carlsbad, a pesar de haber llegado tan niño habla perfecto español.  Sus padres son de Guadalajara, Jalisco, se conocieron en Tijuana.  Su madre pensaba llegar a Sonora, se quedó dormida en el camión que venía y fue así como llego a Tijuana.  Toda su familia ya tiene hecha su vida en California, no les va mal, todos tienen “Green card”.  Sin embargo cuando les preguntan de donde son siempre dicen que son mexicanos, aún sus hijos que ya nacieron en EE. UU.

martes, 8 de noviembre de 2016

LATINOS EN "LA TOCADA" ORANGE COUNTY, CA







Muchos migrantes que viven en California, tienen trabajo, sus papeles en regla y tienen poder adquisitivo, pueden pagar el boleto de un concierto de Rock con sus estrellas mexicanas.  Seguramente no fue sencillo llegar hasta donde están y viven su sueño americano.

viernes, 4 de noviembre de 2016

AVENTURÁNDOSE

JOSÉ
Veracruz, Veracruz,40 años

Él apenas va llegando a Tijuana, no tiene información clara de cómo cruzar al otro lado.  Tiene fe en que encontrará lo que quiere en EE. UU., lo poco que ha podido averiguar es que es muy caro cruzar, primero tiene que juntar dinero.  Nunca deja uno de luchar, “toda mi vida ha sido una batalla, es muy difícil, pensé que sería más sencillo”.

jueves, 3 de noviembre de 2016

LAS COSAS NO SIEMPRE SUCEDEN COMO UNO QUISIERA

MANUEL
Guadalajara, Jalisco. 21 años.

Él es un joven trabajador y serio, ha vivido 18 años en EE. UU., es electricista, sí encontró lo que buscaba en ese país, una mejor vida para él y su familia, no pudo arreglar sus papeles migratorios, un día estaba en su trabajo y fueron por él para deportarlo, nunca entendio que fue lo que paso.  Ha cruzado tres veces la frontera de forma ilegal, La 1ª vez cruzó por el campo sólo.  La 2ª cruzó por el Centinela, con otra persona, caminaron toda la noche y cuando iban llegando a un poblado los detuvo la Migra.  La 3ª vez cruzó por el bordo, fue sencillo.  Ahora se encuentra realmente angustiado porque su esposa e hija se quedaron allá, del otro lado.  Piensa volver a intentarlo.


viernes, 28 de octubre de 2016

NO ES SENCILLO


MARÍA
Aranda, Jalisco, 38 años

Decidió irse a EE. UU. para ganar dinero, su padre tenía que ser operado y costaba mucho y no tenían suficiente.  Se fue con su hermana y su cuñado.  Cruzaron con un tipo que les cobró, “yo no cruce con pollero, ¿quién iba a querer pagar nada por mi?”. Eran como cuarenta personas, cruzaron por Yuma, se quedaron en el desierto sin agua, los tipos que los guiaban se fueron a conseguir agua, pero nunca regresaron.  Ella con su hermana y su cuñado tomaron la decisión de seguir caminando sin sus guías,  la mayoría de la gente decidió quedarse esperándolos, después de mucho caminar, decidieron pedir ayuda.  Afortunadamente les tocaron buenas personas que los apoyaron.  Su hermana y cuñado se regresaron porque no consiguieron trabajo.  Me comentó : “en México la gente piensa que el dinero en EE.UU. se recoge a carretadas, nada más lejos de la realidad, se tiene que trabajar bien duro y una se expone todo el tiempo”.  No encontró lo que buscaba.  Ella extraña mucho a su familia, aunque ya no regresaría, en ese país se casó y tiene dos hijos.