martes, 23 de agosto de 2016

JAVIER

JAVIER
Maravatío, Michoacán 16 años

Cuando tenía un año, sus padres emigraron a EE. UU. y lo dejaron con sus abuelos.  Prácticamente no iba a la escuela, tenía que trabajar ayudando a su abuelo.  En 2014 finalmente pudo reunirse con sus padres, encontraron una persona en Tijuana que les cobró $8,000.00 US para cruzarlo con una visa falsa. Al principio cuando llegó a EE. UU. Se sentía muy solo y se quería regresar, estudia y los fines de semana trabaja, él quiere ser policía.

lunes, 22 de agosto de 2016

FERNANDO


FERNANDO
Ciudad de México.  17 años.

Vivía en la zona oriente de la ciudad, era activista en la secundaria y participó en varias protestas, recibió amenazas por su participación en las mismas y con su madre decidió venirse a EE. UU. para buscar una mejor vida.  Cruzó la frontera con una visa legal, el cruce fue con mucha tensión porque él sabía que se quedaría a vivir ilegalmente en Los Ángeles.  Estudia y trabaja, no le ha costado mucho trabajo adaptarse. No tiene intención de regresar a México.

martes, 16 de agosto de 2016


– Entre la cañada norte de La Libertad y el primer cerro gringo:     Tierra de Nadie.

Los migras se acomodan en su parte alta.

Nosotros en ésta y parecemos cigarrillos al filo de un cenicero:

consumiéndonos,
                                                                      deshumándonos.

Lejos, en la fiesta, se carcajean los labios, se rozan los dedos invitados que hablan de fronteras
                                                                                                    mientras encienden otro cigarro. –

                                                                                                                  Omar Pimienta
                                                                                                                    "La Libertad"





sábado, 13 de agosto de 2016

MODESTA


MODESTA
La Luz, Tututepec, Oaxaca, 59 años

Decidió venirse a EE. UU. porque su hermana vivía acá. Ha cruzado tres veces la frontera caminando.
La primera vez que cruzó la frontera fue en 1995 de Tijuana a San Isidro a pie por el monte eran tres personas, se perdió y estuvo solita, no tuvo miedo porque pensó que regresaban por ella cuando vio que no sería así siguió caminando y  tardó tres días.  A lo único que le temía era a las víboras, recuerda con horror que se quedó dormida y sintió algo pesado en el cuerpo, era una –viborota–, se quedó paralizada hasta que el animal la paso por completo y siguió su camino.
La segunda vez también cruzo por el monte por el Cerro del paso del águila, Tecate, B.C., tardó una noche. La tercera vez por Arizona caminando tardó ocho horas.  Siempre ha sido a través de un “coyote”.
Ha sobrevivido en el estado de San Diego con unos papeles prestados de una señora de nombre Modesta.  No ha encontrado lo que buscaba, sin embargo ya no se regresaría a su tierra.  Trabaja en el servicio doméstico y también haciendo tamales.

Lourdes Almeida

sábado, 6 de agosto de 2016

SALVADOR GONZÁLEZ


Salvador González

Acapulco, Guerrero. 43 años.

Salvador es de Acapulco, a los doce años perdió a su papá que era policía bancario, lo mataron porque reconoció a uno de los asaltantes que había sido su compañero de banca en la escuela.  Desde entonces tuvo que ayudar en su casa donde su madre quedo viuda con cuatro hijos.  En 1991 decidió cruzar la frontera en busca de mejor vida.  Cruzó por Tijuana, caminaron tres días, “sufriendo”, según sus palabras, llevaba puestos unos tenis que quedaron deshechos. Ha trabajado de todo, le entro fuerte al alcohol y a las drogas,  “…en el 91 me entregué, me tocó la mano de Dios”, ahora es cristiano.  En Los Ángeles se casó con una señora de Michoacán, tiene tres hijos. Esta en el mercado informal.

Lourdes Almeida