MODESTA
La Luz, Tututepec,
Oaxaca, 59 años
Decidió venirse a
EE. UU. porque su hermana vivía acá. Ha cruzado tres veces la frontera
caminando.
La primera vez
que cruzó la frontera fue en 1995 de Tijuana a San Isidro a pie por el monte eran
tres personas, se perdió y estuvo solita, no tuvo miedo porque pensó que
regresaban por ella cuando vio que no sería así siguió caminando y tardó tres días. A lo único que le temía era a las víboras, recuerda
con horror que se quedó dormida y sintió algo pesado en el cuerpo, era una –viborota–,
se quedó paralizada hasta que el animal la paso por completo y siguió su
camino.
La segunda vez también
cruzo por el monte por el Cerro del paso del águila, Tecate, B.C., tardó una
noche. La tercera vez por Arizona caminando tardó ocho horas. Siempre ha sido a través de un “coyote”.
Ha sobrevivido en
el estado de San Diego con unos papeles prestados de una señora de nombre
Modesta. No ha encontrado lo que
buscaba, sin embargo ya no se regresaría a su tierra. Trabaja en el servicio doméstico y también
haciendo tamales.
Lourdes Almeida